Que la espera de estas benditas visperas se rompan en el tiempo...

Dicen que una imagen vale mas que mil palabras y mil palabras se nos hacen cortas para poder describir la sensación que sentimos al ver tu vacío, es una imagen a la que no estamos acostumbrados los que derrochamos sentimiento por el Señor de la Ciudad, que duro es pasar en cualquier momento y ver que no estas tú, pero especialmente los Domingos a media tarde y apreciar el característico olor litúrgico de tu templo y ver que tras esa reja que tanto dio para escribir, la soledad de tu hueco que es capaz de hacer llorar a las antiguas y ya cansadas piedras de tu capilla. Tus compañeros de día a día la bendita Santa Gema, el siempre a tu diestra San Blas, Santa Rita guarda y custodia diaria de tu cruz y una joven Misericordia que siempre esta hay mirándote también tienen que salir, pero tu salida es distinta, tú que tiñes de morado San Pedro todo el año, que alegría cuando llega la cuaresma y tu color se hace liturgia y tu templo de san pedro se engalana con las mejores galas y como no podía ser de otra manera das color y sentido a esos días de espera que al igual que en estos son de espera a tu llegada.

Que triste fue tenerte que bajar

y que una túnica bordada

en esta ocasión no te esperara

y mas aun al comprobar

que el resplandor de la plata

por la puerta no asomaba…

pero sentíamos que tenia que ser así

para que tu capilla fuera restaurada,

Al mismo tiempo en la iglesia grande

de esta tú Ciudad Real

un llanto traspasa sus muros

y dentro, una guapa morena,

que recuerda aquellas noches

en que sus nanas te cantaba

y tu dolor se aliviaba.

Ella más radiante que la luna

se pasaba la noche entera mirándote.

Fue San Pedro el del cielo Bajo

para abrir las puertas a la Señora,

al igual que tú ahora ,ella fue acogida

ahora es ella la que baja corriendo

llena de gozo y alegría de su camarín,

pues que niñera mas hermosa

será la que te acoja

para cantarte aquellas nanas.

y si madre otra vez juntos

ahora si que podemos decir bien alto

que ya sabemos porque lloras tanto

cada madrugada de viernes santo.